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Tuesday, August 02, 2011

Qué es etnografía?

Ciudad de La Paz, Bolivia

Esto surgió al chatear sobre qué es etnografía aplicada a la generación de valor en contextos de organizaciones con y sin fines de lucro:

La etnografía es una herramienta para "aprender a ver" desde la lógica de los sectores populares.
Ver y sentir, razonar. Entender cómo juegan de local las personas que viven y sienten en sectores populares.
Implica "ir a campo". Es decir, se diseña una muestra etnográfica, que permite balancear criterios culturales, psicográficos y demográficos (estadísticos). Esto se traduce a seleccionar familias, a través de las cuales uno accede a la cuadra y al barrio, a las escuelas, etc.El tema es ver "la red" off-line. No verla sólo desde tu punto de vista, sino incorporar la mirada del otro, de las personas que juegan de local, para enriquecer la propia capacidad para realizar intervenciones locales, puntuales.Junto con el trabajo de campo que hago yo, etnógrafo entrenado y con experiencia, VAMOS al campo junto a clientes. De las etnografías, se generan insights de valor, es decir, comprender lo que la gente local valora, y sostienen con acciones y no sólo en palabras.Es muuuuy diferente a un focus group, o a una entrevista, o a una "visita" a una comunidad. Es otra forma de preguntar. El foco está puesto en cómo las personas generan estabilidad en su vida a partir de relaciones no sólo con personas, sino con artefactos. Vemos la vida social de los artefactos. Esto facilita generar pautas para diseñar productos, servicios, experiencias de uso, "rules of engagement", etc. En fin, pautas para generar valor en las versiones locales del mundo.
El mundo, sí, es uno solo. Comprender las versiones de mundo en la que se mueven y sostienen las personas, es lo que permite hacer click con las personas. Sea que utilices esto para hacer negocios for profit, o non profit. Igual, lo que sigue siendo el foco, es qué es lo que la gente sostiene sin que nadie le esté pagando o diciendo que lo haga.
En mi experiencia, la perspectiva etnográfica enriquece cómo las personas se acercan a una realidad. La cantidad y calidad de las ideas para conectarse con personas de una población, se dispara.

Friday, July 08, 2011

La distinción emic/etic que hacen los académicos

Esto escribí hace un par de meses en un grupo de investigación etnográfica en LinkedIn.

1) emic/etic is just a didactic distinction. It's a way of showing a subtle though deep difference between two guys that have different repertoires to enact during a situation. They will engage, sustain, read other's minds, remember, see, feel, and talk and listen during the same situation. I'm thinking of Quine's "gavagai" example, where a man points a rabbit. Does he mean the rabbit? the actions of the rabbit? this rabbit or the category rabbit?, etc. The locals will know on a snap. The outsider will take longer and may never grasp the local sense of the expression.

2) What kind of tools (observation grids, semi-standard questionaire, diagrammed main topics, photos, audios, vids, etc.) did each researcher have? Are these tools designed and used to compare data? Upto what degree are you going to compare the 3 settings? Are you serious about being "being objective"? How about being accountable? Being able to track what you did, when, how and with whom?


Releyendo lo que está escrito. Sueno igual académico! Qué huevada. El desafío es que todos te puedan entender, o por lo menos los niños, y no sólo unos cuantos. Lo que uso ahora para explicar esto de emic y etic, es esto: cuando vamos a una cancha a jugar, están los que juegan de local y los que juegan de visitantes. El etnógrafo, que juega casi siempre de visitante, se presta los ojos, la mirada, de los que juegan de local. Así, puede entender las jugadas locales mejor. Por ahí va.

Thursday, June 02, 2011

Quién es David.

Querido Jerome Bruner, lo que aquí escribo, sé que es sólo una versión de mí mismo y cambiará a medida que cambie cómo narro y veo lo que voy siendo. Aprovecho para poner fotitos mías. Sé que parece ego grande. Sólo es practicidad para tener fotos a la mano cuando necesite y no esté con mi compu.










Soy etnógrafo del Consumo. He trabajado en países árabes, en USA, Europa, Centro américa, Sudamérica. Me encanta aprender. La etnografía para mí es una herramienta para ayudar a las organizaciones a pensar estratégicamente su manera de generar valor en este planeta. Soy aterrizador de posibilidades de culturas de gestión para Orggames: http://www.orggames.org/ y Local Capacity Builder para SNV en Bolivia y Perú (y próximamente Ecuador, espero, je). Ya salió lo de Ecuador, por cierto.

Estudié Pedagogía y Economía (no terminé, me aburrí; cursé materias en todas las facultades de mi uni), una maestría en educación internacional, y un diplomado en estrategias anticorrupción. Estoy viendo de hacer un doctorado en la Facultad de Agricultura en la universidad Von Humboldt. Mi mayor formación ha sido laburando para empresas transnacionales de investigación aplicada a culturas de consumo. Tengo entrenamientos laburando con Pacific Ethnography, Mindcode, Executive Solutions, Group Dimensions International, Olson Zaltman Associates.

He participado como etnógrafo en estudios sobre micro-finanzas, micro-seguros, uso de inodoros, prácticas de limpieza, hábitos de consumo en derivados lácteos, gaseosas, cervezas, fmcg, uso de drive-throughs en restaurantes de comida rápida, uso de impresoras personales y en micro-empresas, alimentación y uso de tecnologías en sectores populares, pautas para diseñar aviones para países asiáticos, identificar tribus globales femeninas, diseñar estrategias de marketing BTL para ONGs trabajando en Iraq, identificación de capacidads locales en pueblos mineros, evaluación y fortalecimiento de métodos de educación popular, y ya no me acuerdo más.








Admiro, y de tanto en tanto converso con Jerome Bruner (que introdujo la etnografía como una herramienta en psicología en los años 40s) y Sidney Levy (que introdujo la etnografía y la antropología simbólica al estudio del consumo). Me chateo con los dos viejitos.

Me queda mucho por aprender. Y en la medida de mis posibilidades, comparto lo que sé.

Friday, May 20, 2011

Observación, Participación y Entrevistas en Etnografía

Esto escribí en un curso de etnografía. Estoy de estudiante, aprendiendo y conociendo bellos textos escritos por gringos que se vinieron a vivir a Bolivia a realizar su sueño de ser antropólogos.

1.¿Está usted de acuerdo con las ideas de Guber en relación de la posibilidad de articular reflexivamente los procesos de observación y participación? ¿Por qué? La distinción entre observación y participación es una distinción didáctica. Es parte de la propedéutica, para comprender conceptualmente que por un lado se requiere una mirada no ingenua y por otro lado aprender las reglas para ser competente en las situaciones locales. En cancha, cuando uno ya está aprendiendo las jugadas de los locales y así aprendiendo a jugar de local, la distinción entre participación y observación se desdibuja.

Con la reflexividad, el poder volver torcer la realidad propia una y otra vez, ocurre algo semejante.¿para qué distinguir reflexividad de observación, si son procesos tan imbricados? Ok. Es una forma de evitar que los análisis más crudos se mezclen con los meta-análisis más conceptuales y de puesta en relación entre categorías más descriptivas y nativas. Es decir, la observación siempre es reflexiva. No hay forma que sea el volcado de lo que hay "allí fuera". Siempre es selectiva y limitada a lo que somos capaces de ver, ya sea sólo con nuestra mirada o prestándonos la mirada de terceros (informantes, etnógrafos de tu equipo, etc.). Aquí, me gusta la definición de "comprension" que da Witgenstein. Comprender es saber cómo seguir adelante. Y a mí me gusta sentir que saber cómo seguir adelante, te sana. La "reflexividad" es una capa de la misma cebolla de la observación. Es otro nivel de puesta en relación de conceptos, de cada "factum" y "datum" seleccionado por el que elige, desde algún lugar en el espectro de su comprensión del universo sociopolítico. Lo queramos o no, cuando observamos, estamos diciendo qué vale la pena contar.

Tengo presente un librito de Marcel Postic y De Ketele, Observar Situaciones Educativas. De allí, me marcó el ubicar a las entrevistas como una forma de observación, en el mismo continuum de la observación.
Otra vez, las distinciones didácticas, propedéutica (=aprender a manejar un área disciplinar), entre observación y entrevista, lleva a que compartimentalicemos los procesos que de hecho tienen al mismo ojo que mira y corazón que siente. Son distinciones útiles, como cuando uno aprende que este es el acelerador, este el embriague, este el freno, y estos son los cambios. Ahora, ponete a manejar con eso. No se puede todavía. A manejar, se aprende manejando. La distinción es para adquirir la capacidad de observarse a sí mismo haciéndolo, y luego, ya manejando, lo pasamos al back-office de los procesos automáticos. Lo mismo es con la observación y las entrevistas.

2. ¿Por qué es necesario entender que el investigador y los informantes conciben la entrevista de manera distinta?
Las situaciones de entrevista, se entretegen en una trama más abarcativa: la construcción del vínculo, la construcción de confianza. En la medida que se humaniza al etnógrafo, en los diferentes roles que pueda realizar en cancha, se acorta la distancia de la obvia otredad. Desde mis vivencias de etnógrafo,cuando pasamos a ser un otro más familiar, una situación x se transforma en "entrevista valiosa" si las personas se ponen súbitamente en modo narrativo. Ya no responden a preguntas, sino que tienen algo para darle sentido a su mundo y quieren compartirlo con nosotros. Narradores antes que informantes. Más lindo todavía cuando uno puede intervenir sanamente en los textos orales y corroborar lo que uno comprende del texto. Esto genera espirales de co-construcción donde la o las personas, al reconstruir su versión del mundo ante nosotros, hacen posible dar sentido a lo que nosotros vemos que está ocurriendo.

Yo me pregunto ¿qué hay fuera de la "entrevista"? Nunca pude sacarle el jugo a "entrevistas" en el sentido de una situación que se asimila a una declaración policial. Generan insights de poco vuelo, atados a la descripción de lo que ya es descripción por parte del entrevistado, y promueve ficciones que enajenan a las personas y curiosamente reconfirman lo que ya sabíamos.
En un estudio que hice el año pasado, contraté a un Doctor en Antropología de una prestigiosa Universidad austríaca, con decenas de miles de horas en trabajo de campo en territorios indígenas. Lo acompañé a su primera salida a campo, en ciudad. Me dijo que si con indígenas puede, también podrá con sus vecinos citadinos. Fuimos a un mercado. Tenía que abordar a gente que esté comprando cremas faciales, y aprender sobre la cadena de eventos que llevan a comprar y luego a utilizar el producto. Después de un par de horas sin lograr concretar un rapport que llevara a utilizar el esquema de observación de compra-conversación sobre compras y usos, le facilité yo una "entrevista". Se sentaron en un puestito de salteñas. Mientras yo me comía, lo vi sacar su listado de preguntas, y leérselas una tras una a la entrevistada. A cada pregunta, una respuesta, corta y bondadosa. El antropólogo senior, anotaba. Pidió permiso para grabar, y la entrevistada aceptó. Cuando una respuesta se "salía del tema" y comenzaba a parecerse a una narración, el etnógrafo interrumpía a la entrevistada y con una sonrisa la ponía otra vez en el "camino correcto". Todas las distinciones estaban presentes, todos los conceptos requeridos, toda "la información" era recogida. Y sin embargo, eso se sentía raro, se veía raro. Veía a una joven mujer con buena predisposición para compartir sus experiencias, y con poco espacio para hacerlo. Pasando a limpio la situación, que para el Her Professor Doctor antropólogo había sido exitosa, vi cuán vital es desarrollar distinciones y entrenar competencias sociales y de comunicación. Creo yo, que junto con las distinciones conceptuales vinculadas al proceso de construcción de información, e incluso antes de tanta conceptualización metodológica, los que quieran aprender etnografía, necesitan entrenar su "inteligencia social".

Friday, May 06, 2011

Entrenando capacidades que construyen confianza.

Todos recogiendo el pasto primero, luego jugando juntos.
La etnografía de culturas de consumo me ha permitido aprender que la realidad es una sueño colectivo, tan flexible como flexibles son quienes sueñan el sueño. Las personas valoran profundamente aquellas actividades que generan una experiencia estética; estas experiencias llenan de significados compartidos a los lugares donde ocurren. Jugar, es una experiencia estética. Jugando nos hacemos niños. Jugar aumenta nuestra capacidad de sentir, y es en este estado lúdico donde nos animamos a imaginar mundos posibles, y a materializar lo que realmente queremos. Desde estos mega-insights (=comprensiones holísticas), me hace sentido iniciar un proyecto con mis vecinos en Cuevas.
Aquí va una pincelada de la cadena de valor que andamos tramando.
Yo quiero poder caminar descalzo sobre el pasto de mi terreno en Cuevas. Quiero poder organizar juegos con niños y niñas, adolescentes y sus familias,  y saber que no se van a meter espinas. Quiero dar vueltas en el pasto y hacer piruetas con mi hijo.  Quiero que mis vecinos puedan sentarse a comer en la alfombra de  cesped que juntos sostenemos en nuestra cancha futbolera. En síntesis, quiero jugar de local a pleno. ¿Cómo lograr que imágenes como estas sean una realidad? Aquí va un posible camino, que estamos creando al andar.

El terreno y parte del paisaje donde está el club de Cuevas, para aprender a jugar como local.
El concepto que está a la base del sueño que sueñan los que entran a esta cancha de fútbol es simple: cuando la gente ama un lugar, está más predispuesta a crear y seguir reglas para poder sostener la belleza de ese lugar. Y en eso estamos, aprendiendo a seguir reglas que generen, mantengan y expandan una sensación de abundancia, de plenitud, de estar bien con uno mismo y con los demás, que se siente al pisar la cancha. El propósito no tan oculto aquí, es que al crear un lugar físico, también se crea un lugar simbólico en la mente de las personas y en sus relaciones.



Chicos de primaria, entrenándose no sólo en fútbol.
Comenzó el juego.
Después de un año sembrando posibildiades, conversando con mis vecinos, la intención se concretó, nos concretó (croncreto, del latín con crecere, crecer juntos).

El 1 de Mayo inauguramos la cancha. Comenzaron a llegar niños, luego jóvenes y adultos. A las 3pm eran unos cuantos, y a las 4pm eran 3 equipos equilibrados jugando mini-partidos de 15 minutos. Se quedaron jugando hasta bien entrada la noche, jugando casi en penumbras. Eso sí, riendo,  bailando con la pelota.

Con Don Hércules, presidente multipropósito de la comunidad, quedamos que había dos formas de entrar al terreno para jugar. La primera es pagando, 10 bolivianos por persona. La segunda siguiendo reglas, todo aquel que entre al terreno. Siempre pueden escoger. Ambas formas de entrar al juego, tienen como propósito el fortalecer a la comunidad, y generar capacidades y recursos para generar una (sana) envidia en los pueblos vecinos cuando vean la cancha y los equipos de Cuevas.

Los arqueros, son la llave para atajar goles dentro y fuera de la cancha.
Las reglas.
Regla 1: NEGOCIO, aprender a tranformar la basura en plata. Regla 2: FAINA, primero trabajamos juntos, luego jugamos juntos.

La regla 1: busca pasar del  "no tirar basura en la cancha" y del "levanten la basura que vean en la cancha", al hagamos negocios con los residuos que genera el pueblo. Significa conectar la cancha con la instalación de capacidades locales para autogestionar el manejo de residuos. Estamos ligando el uso de la cancha de fútbol, al entrenamiento de nuestra capacidad para generar valor con lo que hoy no tiene valor. Todavía estamos asentando cuál es la mejor manera de decir la regla 1. Todavía suena raro esto de hacer plata con la basura. Hay que ver para creer, para luego poder creer para crear. Lo que sí, los roles de los jugadores de fútbol será clave como roles para entrenarnos en la regla 1.
Adolescentes y adultos que jugaron "tiempo extra" para iniciar el proyecto.
La regla 2: primero trabajamos juntos, luego jugamos juntos. Aquí la cosa está en practicar lo que en los valles se conoce como faena, "fáina" le dicen. Eso sí, conectándola emocionalmente al juego.
Aquí el propósito es conectar el juego a la economía moral de las personas. Si saben que para jugar es necesario un tiempo equivalente de trabajo, se acumulará trabajo. Esta descompensación, permite hablar abiertamente de compensar con trabajo el tiempo invertido en la cancha.

Posted by PicasaTodos a la foto!
La idea aquí es poder canalizar ese equilibrio para construir cosas para la comunidad. Comenzando cosas para la cancha, y gradualmente ampliarlo a otras áreas de la comunidad.
Comienzan a confluir los proyectos sueltos. El proyecto de reciclaje de la escuela, los viajes de los camiones areneros al río, los tachos de basura donados por YPFB Transporte, los campeonatos de fútbol de poblaciones de valles cruceños, el proyecto de micro-riego, etc.

 Quien quiera saber más del proyecto, lea aquí. En ese link hay una opción para traducir leer en inglés u otros idiomas.

Friday, March 11, 2011

Plantear problemas en Etnografía hoy.

Hay una investigación que no se usa para editar papers o libros o para aumentarle el status a algún ego -espero, jeje. Esta investigación es no-universitaria, y le huye a la postura académica que usa el conocimiento "sofisticado" como excusa para ponerse por sobre los demás mortales. La etnografía que yo aprendí a hacer haciendo y que practico, apunta a generar valor local y hacer visible lo que está tan cerca que no lo vemos. En eso me siento un principito cada vez que siento por dentro Eurekas!, diciéndome a mí mismo lo esencial es invisible a los ojos.
Los objetivos de investigación están  enmarcados en una búsqueda permanente de versiones didácticas y pegadizas para engranar el mundo de las personas que trabajan en la organización-cliente, con el mundo de las personas que aceptan participar como casos del mundo que está más allá de la organización-cliente. Yo me dedico a hacer traducciones culturales de lo que pasa en el mundo de las clases populares, utilizando ejemplos, fotografías, diagramas, dudas, palabras fuertes, sorpresas, artimañas de pensador sistémico y hermeneuta obsesivo.
Los etnógrafos de la base de la pirámide, jugamos en este punto ciego que existe en lo que ven los que intervienen o  quieren intervenir en una realidad puntual. Una persona en una posición de decisor, sea el director de un programa de educación alternativa o el CEO de una corporación de productos masivos, no ve lo que está tapando con lo que sí está viendo. Tampoco se percata que lo que está viendo en los otros se parece mucho a lo que lleva puesto para explicar prioritariamente su propio mundo. Gente como yo, ayuda a hacer visible las conexiones que ya existen, las formas de identificar+definir+resolver+continuar+reemplazar problemas localmente. Comprendiendo el contexto donde ya suceden soluciones propiamente locales, es posible ver lo que es posible. Este es nuestro playground. Un lugar donde las personas emanan por sus poros y contagian, versiones concretas de realidad, repletas de acciones, memorias reinterpretadas, espacios vivos, y artefactos que al afectar la vida local son a su vez modificados y resignificados.

Plantear un problema de investigación lleva a anclar todo el proceso en preguntas sobre los  fines y alcances de una  transformación social. Se investiga no para "obtener información". Incluso cuando así lo plantean las personas y organizaciones clientes, el propósito es generar algún cambio que las propias personas puedan sostener en el tiempo. Se indaga para realizar una intervención en la realidad, buscando crear conexiones, o aprovechar las ya existentes, entre personas y símbolos de consumo masivo (marcas, productos, servicios, políticas públicas, emociones, etc.). Por si alguien se siente raro cuando escucha "consumo masivo", pongo sobre la mesa la carta de la obviedad. Hoy, todo es masivo, hasta lo personalizado. Tu zapatero te arregla tu zapato con clavos y suelas que no las hicieron sus vecinos el herrero y el talabartero, sino alguna máquina de producción en serie. Haciendo el ejercicio, imaginario o real, de revisar cualquier cadena de valor que lleva a un producto que usemos hoy, veremos tareas de repetición a gran escala.
Plantearse problemas de investigación (esa cosa más, o menos definida, sobre la que quiero saber) implica delimitar un territorio a explorar, un espacio en el cual es productivo perder y encontrar respuestas. El propósito, sí o sí, es aprender sobre los límites y espacios de oportunidad entre:
  1. lo que uno cree saber (aprender sobre mi versión del mundo) y
  2. lo que se descubre sobre cómo las personas sostienen  su vida (aprender
    sobre otras versiones del mundo)
El propósito de un pedido de investigación esconde y a su vez deja entrever desde dónde, hasta dónde, y cómo alguien comprende y se relaciona con un pedacito de su realidad. Para esto está la etnografía.
La etnografía, es una caja de herramientas para seguir el juego local, de lo que pasa en un aquí y ahora, para ver cómo se consolidan en acciones en tiempo real, las versiones sobre lo que viene pasando y lo que entra en el reino de lo posible, de lo realizable. Lo que hace que la etnografía sea etnografía y no otra cosa (otra metodología, otro rubro del saber o del hacer), es el juego constante de buscar explicitar y validar las perspectivas desde las cuales las personas y sus extensiones tecnológicas, miran y hacen. El etnógrafo quiere aprender sobre cómo juegan los que juegan de locales.
Donde vean hoy, verán artefactos producidos en serie  y en serio.
Aquí, el contexto es la clave. El contexto, es el co-texto, el texto que tejemos con otros y otras y otritos más. Cosemos la forma de nuestro cuerpo utilizando distintas versiones de nosotros mismos. Hilvanando con hilos biológicos primitivos (miedo, placer, protección)  bañamos artefactos, relaciones, roles,  en aguas culturales cargadas de valor simbólico. El valor simbólico funciona como palanca y punto de apoyo, para hacer más liviano el trabajo de sostener nuestra realidad. Llamo aquí valor simbólico a aquello que hace que sea fácil asumir que el mundo es como es -dándole "peso ontológico" a nuestra ficción o sueño, nuestro pedacito de realidad. El valor simbólico, es lo que está por encima y por debajo, y por tanto impregna de sentido al valor que racionalmente le damos a lo que deseamos tener, hacer y ser. Aprender a leer en términos de valores simbólicos lo que las personas dicen y hacen es otra de las claves para conectar el mundo de lo que las personas sostienen como realidad, con el mundo de lo posible. Me dan muchas ganas de dar ejemplos a raudales, y a su vez me contengo para poder dedicar posts específicos para este tema.

Saturday, November 06, 2010

De Espaldas a su propio Futuro

La policía es, en Bolivia más que en los demás países del cono sur, un negocio de recaudación de fondos "invisibles" e "innombrables" que van a parar a varias cajas negras colectivas e individuales. El sistema se basa en una jerarquía de oportunidades, privilegios y comisiones que acomopaña al policía que hace carrera. Hay dos niveles de participación en este negocio. Por un lado están los de la academia de policía, que son los que mandan. Por otro lado están los de la escuela de policía, que son los que obedecen. Hay ciertas cuotas a cumplir, como lo tienen los sistemas de ventas multinivel. Lo montos por debajo o no declarados, pueden ir a las cajas negras individuales de los policías. Los montos establecidos suben hasta llegar, una parte al cash flow mensualizado de los jerarcas policiales, y otra parte a un fondo común que sirve para mejorar las jubilaciones y apoyo a las viudas.
Un policía de academia, si se adjudica un puesto de mando en tránsito o identificaciones, en una ciudad intermedia como Sucre, obtiene incluso contra su voluntad (le pasan aunque no lo pida) un ingreso extra-salarial de hasta 10mil dólares mensuales. En Santa Cruz, esta cifra puede llegar a quintuplicarse en algunos meses del año. La Paz, ciudad de policías aparentemente limpios, administra el grueso de los fondos no oficialmente declarados ante el Estado.
Saliendo del anecdotario, que sería difícil de probar, este sistema es bastante consistente y eficiente para recaudar fondos. Las posturas tradicionales sobre corrupción, llamarían a esto corrupción. A mí me resulta difícil verlo así. El enfoque en la recaudación, me parece genial. En un país donde la gente no paga impuestos, la policía logra recaudar fondos que equivalen al dinero que deberían estar recibiendo a través del sistema impositivo estatal. Si tan solo este sistema fuera visible, y la recaudación dejara de ser un misterio. Yo apoyaría un sistema así, si se pudiera hacer una transición gradual desde el sistema enfocado en la recaudación, a un sistema que se enfoque en desarrollar beneficios colectivos a través de la recaudación.
Piensen como ser humano egoísta. Nadie es totalmente egoísta. El policía varón egoísta, hace lo que hace pensando en el bienestar de su familia y en poder lograr tener por lo menos iguales beneficios que sus camaradas (especialmente en cuanto a vivienda, negocio para su mujer, y formas de reconocimiento social como patrocinio de fiestas y padrinazgos). ¿Qué pasaría si el Estado, de manera inteligente, encontrara las maneras de diseñar un sistema visible de beneficios colectivos e individuales, en base al sistema actual que funciona en negro? Yo digo que sí se puede, y que los policías podrían recaudar mucho más dinero, generando beneficios no sólo "hacia dentro" (hacia las familias de policías y hacia los grupos de camaradas), sino también beneficios "hacia fuera", promoviendo una cultura de seguimiento de reglas de convivencia, y de efectivización de multas. Imaginen policías que no necesitan la coima para obtener ya, los beneficios que esperan recibir mucho después juntando muchas coimas.
Esto está al alcance, y sale facilito. Depende de los policías más que de nadie. Dejar de conformarse con ganar poco a cambio de ser poco o nada respetados por la sociedad. Mejor ganas no sólo en dinero sino en beneficios efectivos, por ejemplo, en grandes descuentos en sus compras de productos comestibles y no comestibles (no sólo recibir quintales de arroz como parte de pago), descuentos en pasajes de transporte público urbano e interdepartamental, seguro médico y pensión como si fueran ricos, oportunidades para desarrollar emprendimientos comerciales y productivos, etc.
Esto es posible. Pero todavía parece que no es pensable, y por tanto deseable.
Tiempo al tiempo.
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