¿Es posible decirnos las cosas sin mediación de objetos y símbolos culturales? Emerjen preguntas como esta, cada vez que pienso en la dificultad para decir las cosas tal y como son. Sin enmarcarlas en algún tipo de marco de realidad que permite sentir que estamos haciendo el esfuerzo por comunicarnos y decir algo con sentido, parece ser algo obsceno (ob= fuera, sceno= escenario) creer que basta con decir la verdad para que alguien crea en nosotros.
Definitivamente, "la verdad" sólo se conecta con el "mundo real" de las personas si y sólo si logra vestir las verdades con las ropas que las personas logran reconocer como como tales. La verdad desnuda no es verdad. La única verdad es la que puedo percibir, la que penetra la cotidianidad de las personas, acostumbrada a mirar lo que ve y no otras cosas.
Piensen esta imagen. Una madre y su hija hablando por teléfonos de mentirita, aunque realmente conectándose entre ellas. Esto mismo, 100 años antes, sería incomprensible. Hoy, con todo lo falaz de esta forma de interactuar con teléfonos de juguete, genera más confianza entre dos personas, que lo que un político o un vendedor le pueda decir cara a cara y a viva voz a cualquier persona del mundo.
Definitivamente, "la verdad" sólo se conecta con el "mundo real" de las personas si y sólo si logra vestir las verdades con las ropas que las personas logran reconocer como como tales. La verdad desnuda no es verdad. La única verdad es la que puedo percibir, la que penetra la cotidianidad de las personas, acostumbrada a mirar lo que ve y no otras cosas.
Piensen esta imagen. Una madre y su hija hablando por teléfonos de mentirita, aunque realmente conectándose entre ellas. Esto mismo, 100 años antes, sería incomprensible. Hoy, con todo lo falaz de esta forma de interactuar con teléfonos de juguete, genera más confianza entre dos personas, que lo que un político o un vendedor le pueda decir cara a cara y a viva voz a cualquier persona del mundo.
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