Listado de Posts

Friday, May 06, 2011

Entrenando capacidades que construyen confianza.

Todos recogiendo el pasto primero, luego jugando juntos.
La etnografía de culturas de consumo me ha permitido aprender que la realidad es una sueño colectivo, tan flexible como flexibles son quienes sueñan el sueño. Las personas valoran profundamente aquellas actividades que generan una experiencia estética; estas experiencias llenan de significados compartidos a los lugares donde ocurren. Jugar, es una experiencia estética. Jugando nos hacemos niños. Jugar aumenta nuestra capacidad de sentir, y es en este estado lúdico donde nos animamos a imaginar mundos posibles, y a materializar lo que realmente queremos. Desde estos mega-insights (=comprensiones holísticas), me hace sentido iniciar un proyecto con mis vecinos en Cuevas.
Aquí va una pincelada de la cadena de valor que andamos tramando.
Yo quiero poder caminar descalzo sobre el pasto de mi terreno en Cuevas. Quiero poder organizar juegos con niños y niñas, adolescentes y sus familias,  y saber que no se van a meter espinas. Quiero dar vueltas en el pasto y hacer piruetas con mi hijo.  Quiero que mis vecinos puedan sentarse a comer en la alfombra de  cesped que juntos sostenemos en nuestra cancha futbolera. En síntesis, quiero jugar de local a pleno. ¿Cómo lograr que imágenes como estas sean una realidad? Aquí va un posible camino, que estamos creando al andar.

El terreno y parte del paisaje donde está el club de Cuevas, para aprender a jugar como local.
El concepto que está a la base del sueño que sueñan los que entran a esta cancha de fútbol es simple: cuando la gente ama un lugar, está más predispuesta a crear y seguir reglas para poder sostener la belleza de ese lugar. Y en eso estamos, aprendiendo a seguir reglas que generen, mantengan y expandan una sensación de abundancia, de plenitud, de estar bien con uno mismo y con los demás, que se siente al pisar la cancha. El propósito no tan oculto aquí, es que al crear un lugar físico, también se crea un lugar simbólico en la mente de las personas y en sus relaciones.



Chicos de primaria, entrenándose no sólo en fútbol.
Comenzó el juego.
Después de un año sembrando posibildiades, conversando con mis vecinos, la intención se concretó, nos concretó (croncreto, del latín con crecere, crecer juntos).

El 1 de Mayo inauguramos la cancha. Comenzaron a llegar niños, luego jóvenes y adultos. A las 3pm eran unos cuantos, y a las 4pm eran 3 equipos equilibrados jugando mini-partidos de 15 minutos. Se quedaron jugando hasta bien entrada la noche, jugando casi en penumbras. Eso sí, riendo,  bailando con la pelota.

Con Don Hércules, presidente multipropósito de la comunidad, quedamos que había dos formas de entrar al terreno para jugar. La primera es pagando, 10 bolivianos por persona. La segunda siguiendo reglas, todo aquel que entre al terreno. Siempre pueden escoger. Ambas formas de entrar al juego, tienen como propósito el fortalecer a la comunidad, y generar capacidades y recursos para generar una (sana) envidia en los pueblos vecinos cuando vean la cancha y los equipos de Cuevas.

Los arqueros, son la llave para atajar goles dentro y fuera de la cancha.
Las reglas.
Regla 1: NEGOCIO, aprender a tranformar la basura en plata. Regla 2: FAINA, primero trabajamos juntos, luego jugamos juntos.

La regla 1: busca pasar del  "no tirar basura en la cancha" y del "levanten la basura que vean en la cancha", al hagamos negocios con los residuos que genera el pueblo. Significa conectar la cancha con la instalación de capacidades locales para autogestionar el manejo de residuos. Estamos ligando el uso de la cancha de fútbol, al entrenamiento de nuestra capacidad para generar valor con lo que hoy no tiene valor. Todavía estamos asentando cuál es la mejor manera de decir la regla 1. Todavía suena raro esto de hacer plata con la basura. Hay que ver para creer, para luego poder creer para crear. Lo que sí, los roles de los jugadores de fútbol será clave como roles para entrenarnos en la regla 1.
Adolescentes y adultos que jugaron "tiempo extra" para iniciar el proyecto.
La regla 2: primero trabajamos juntos, luego jugamos juntos. Aquí la cosa está en practicar lo que en los valles se conoce como faena, "fáina" le dicen. Eso sí, conectándola emocionalmente al juego.
Aquí el propósito es conectar el juego a la economía moral de las personas. Si saben que para jugar es necesario un tiempo equivalente de trabajo, se acumulará trabajo. Esta descompensación, permite hablar abiertamente de compensar con trabajo el tiempo invertido en la cancha.

Posted by PicasaTodos a la foto!
La idea aquí es poder canalizar ese equilibrio para construir cosas para la comunidad. Comenzando cosas para la cancha, y gradualmente ampliarlo a otras áreas de la comunidad.
Comienzan a confluir los proyectos sueltos. El proyecto de reciclaje de la escuela, los viajes de los camiones areneros al río, los tachos de basura donados por YPFB Transporte, los campeonatos de fútbol de poblaciones de valles cruceños, el proyecto de micro-riego, etc.

 Quien quiera saber más del proyecto, lea aquí. En ese link hay una opción para traducir leer en inglés u otros idiomas.

1 comment:

David Rojas Elbirt said...

Hay varias cosas que allí se están gestando. De a poquito. Mejor decir cuando se pueda mostrar e invitar a partiipar, jeje.

Lo más valioso para mí, es la capacidad de darle propósito útil a la vida. Esto lleva a ponerse a hacer junto a otros, a hacerse las preguntitas que crackean la idea de "cuánto tienes cuánto vales", y sobretodo, a preguntarse "qué vamos a comer hoy", que lleva "de dónde viene lo que comemos". Mi pequeño gran descubrimiento, es que aquello que comemos tiene un sabor increíble cuando está producido y manejado con cariño. Eso lo aprendí de mi abuela. Yo simplemente sigo su receta para un final feliz.

Hay varias cosas más, como decís vos. La idea es crear el contexto donde pueda generarse riqueza, individual, grupal y comunitaria Y la danza de la realidad, está ayudando a que suceda.